TOMA DE DECISIONES: EL PODER DE LA NEUROCIENCIA Y EL COMPORTAMIENTO EN NUESTRA VIDA DIARIA – PARTE 2

Continuando nuestra exploración de estrategias para la toma de decisiones efectiva, esta segunda parte del artículo aborda aspectos fundamentales, destacando la importancia de la reflexión y el análisis cuidadoso en la búsqueda de elecciones auténticas y alineadas con nuestros valores y objetivos personales. En esta sección, profundizaremos aún más en métodos prácticos y reflexivos, con el objetivo de capacitar al lector para enfrentar desafíos en la toma de decisiones con mayor claridad y confianza. Afortunadamente, existen métodos y estrategias que pueden guiarnos hacia decisiones más acertadas. Es posible tomar cierto control y posicionarnos por delante de las circunstancias. Si a menudo te encuentras posponiendo decisiones importantes o dejando que otros decidan por ti, vale la pena prestar atención a los siguientes consejos:

1. ¡Duda! ¡Duda! ¡Duda!

Antes de tomar una decisión apresurada, es fundamental cuestionar y dudar de las primeras impresiones. Estas decisiones inmediatas tienden a ser superficiales y basadas únicamente en emociones momentáneas, sin la profundidad de las percepciones y una lógica consistente. Además, es importante entender los riesgos de confiar exclusivamente en la intuición. Aunque la intuición puede ser útil en ciertas situaciones, a menudo está influenciada por sesgos cognitivos, prejuicios inconscientes o disonancia cognitiva, lo que lleva a decisiones subjetivas no basadas en hechos concretos, propensas a errores. Cuando se trata de tomar decisiones, la duda juega un papel crucial. Ilustremos su importancia con un ejemplo de profecías autocumplidas, destacando cómo nuestras creencias pueden influir en la realidad y afectar nuestras elecciones.

Durante la Gran Depresión de 1929, muchos bancos eran solventes, pero se propagaron rumores que indicaban lo contrario. Como resultado, los depositantes, influenciados por estos rumores, corrieron a retirar sus ahorros, desencadenando una crisis bancaria. Este ejemplo demuestra cómo nuestras creencias pueden crear realidades autoconfirmatorias. Por lo tanto, es esencial reconocer cómo nuestros patrones de pensamiento pueden moldear nuestras percepciones y decisiones. Para ilustrar, consideremos un estudio realizado por Robert Rosenthal y Lenore Jacobson. En la década de 1960, preocupados por el posible impacto de las creencias de los maestros sobre el rendimiento de los estudiantes de minorías, descubrieron que tales creencias podían influir en el comportamiento de los maestros hacia los estudiantes.

Esta influencia, a menudo sutil, resultaba en tratamientos diferenciados y, en consecuencia, en diferentes niveles de rendimiento académico. Para evitar caer en las trampas de los esquemas y la intuición sesgada, es importante dedicar tiempo a la reflexión y la investigación. Por ejemplo, si estás a punto de aceptar una oferta por tu coche que está en venta, tómate un tiempo para reflexionar sobre los pros y los contras, investiga y evita tomar una decisión inmediata basada únicamente en tu necesidad, emoción o intuición. Sal a caminar, practica una actividad física o dedica tiempo a un pasatiempo. Al volver al tema, es más probable que tomes una decisión racional, considerando todos los aspectos involucrados y evitando ser influenciado solo por las emociones del momento. Este proceso de cuestionamiento y reflexión ayuda a minimizar el impacto de las emociones y los sentimientos en la decisión, permitiendo un análisis más objetivo y equilibrado de los hechos. Duda de tus primeras impresiones y cuestiona tus intuiciones. Al hacerlo, podrás tomar decisiones mejor fundamentadas y menos susceptibles a sesgos cognitivos y esquemas que distorsionan nuestra percepción de la realidad. Espero que ahora esté claro: tómate un tiempo para dudar de tus certezas y cuestionar la validez de tu intuición y seguramente se tomarán mejores decisiones de ahora en adelante.

2. Ten una Mente Abierta a Otras Posibilidades

Al tomar decisiones, es crucial reconocer que nuestras percepciones y entendimientos están limitados por el mundo que conocemos. Por lo tanto, es imperativo permitirnos explorar otras opciones más allá de los límites de nuestro conocimiento actual. Al adoptar esta mentalidad abierta, no solo ampliamos nuestros horizontes, sino que también desafiamos constantemente nuestras propias creencias y suposiciones. La búsqueda continua de nuevos conocimientos y experiencias es esencial para nuestro crecimiento personal y profesional, ya que nos capacita para encontrar soluciones innovadoras y nos mantiene motivados para alcanzar nuevos niveles de logro personal. Por ejemplo, imagina que estás considerando un cambio de carrera después de años de trabajar en el mismo campo. Aunque siempre te has visto a ti mismo como un profesional de marketing, recientemente has sentido una creciente curiosidad por el campo de la tecnología de la información (TI).

Sin embargo, tus experiencias y conocimientos están predominantemente relacionados con el marketing, y te sientes inseguro al explorar un área totalmente nueva. En este momento, tener una mente abierta a otras posibilidades implica estar dispuesto a considerar la transición al campo de TI, incluso si eso implica salir de tu zona de confort y enfrentar desafíos desconocidos. Decidiendo explorar cursos en línea sobre programación y tecnología para adquirir conocimientos básicos sobre el tema, te expones a nuevas ideas, conceptos y perspectivas que antes estaban fuera de tu alcance. Gradualmente, comienzas a darte cuenta de que posees habilidades e intereses que se alinean con el campo de TI, lo que te motiva a buscar oportunidades de empleo en esta área.

Es fundamental comprender que quienes imponen límites cognitivos somos nosotros mismos. El secreto de una vida exitosa es estar abierto al desafío, confrontándonos constantemente con nuestras propias inspiraciones, cuestionando nuestras limitaciones y expandiendo nuestros horizontes más allá de lo que creemos posible. Cuando nos permitimos explorar más allá de los límites impuestos por nuestras propias creencias, descubrimos un vasto universo de oportunidades esperando ser exploradas.

Al cuestionar nuestras propias convicciones y permanecer abiertos a lo desconocido, creamos espacio para el crecimiento personal y el descubrimiento de nuevos caminos. Requiere coraje desafiar nuestros propios paradigmas y aceptar que podemos estar equivocados o limitados en nuestra visión del mundo. Después de todo, es en las brechas de la incertidumbre donde encontramos la verdadera esencia de la vida y nos conectamos con nuestro potencial más profundo.

Por lo tanto, al enfrentar el dilema de cambiar de carrera, es esencial tener el coraje de explorar nuevas posibilidades, incluso si eso implica dejar la zona de confort y enfrentar lo desconocido. Permítete aprender, crecer y reinventarte, pues así es como realmente nos convertimos en la mejor versión de nosotros mismos. Al desafiar nuestros propios límites y estar abiertos a lo nuevo, abrimos el camino para una jornada de autodescubrimiento y realización personal que trasciende cualquier obstáculo que podamos encontrar en el camino. Al mantener una mente abierta a otras posibilidades y comprometernos a aprender y crecer, no solo ampliamos nuestros horizontes profesionales, sino que también abrimos puertas a nuevas oportunidades y logros que antes no considerábamos posibles. Esta disposición para explorar lo desconocido es esencial para nuestro desarrollo personal y profesional.

• Evite Tomar Decisiones Cuando Está Emocionalmente Afectado

Las emociones alteradas pueden ser poderosos influenciadores durante el proceso de toma de decisiones. Sin embargo, es importante reconocer que tomar decisiones cuando estamos emocionalmente afectados puede ser perjudicial, porque la emoción secuestra nuestra capacidad lógica y estratégica. En lugar de actuar, empezamos a reaccionar.

Toda reacción es inconsciente. Por eso las emociones pueden comprometer varias funciones cognitivas, incluidas la memoria, la atención y la toma de decisiones. Tienden a llevarnos a decisiones impulsivas o repetitivas, limitando nuestra capacidad de buscar mejores y más flexibles soluciones. Además, las emociones pueden cegarnos ante las posibles consecuencias, dificultando evaluar racionalmente los resultados. Por lo tanto, siempre que estés emocionalmente abrumado, tómate un tiempo para calmarte y recuperar el equilibrio antes de tomar cualquier decisión importante. Este intervalo permitirá un análisis más objetivo y racional de la situación, reduciendo así el riesgo de tomar una decisión basada puramente en la emoción del momento.

Por ejemplo, imagina que estás en una reunión crucial en el trabajo y surge un conflicto con un colega. Las emociones empiezan a hervir y te sientes dominado por la ira y la frustración. En un impulso, consideras confrontar a tu colega agresivamente, pero luego recuerdas la importancia de mantener la calma en momentos de conflicto.

Decides dar un paso atrás y tomar un momento para ti mismo. Te levantas de la mesa, sales de la sala y das una vuelta por el pasillo para despejar la mente. Durante este intervalo, logras calmar tu mente y reflexionar sobre la situación de manera más objetiva.

Al regresar a la reunión, abordas el conflicto de manera tranquila y asertiva, expresando tus preocupaciones de manera constructiva y buscando una solución que beneficie a todos. Tu enfoque ponderado y racional ayuda a resolver el conflicto de manera efectiva, sin perjudicar la relación con tu colega.

Por lo tanto, cuando te encuentres en una situación emocionalmente cargada, recuerda la importancia de pausar y recuperar el equilibrio antes de actuar. Esta práctica no solo ayuda a evitar decisiones impulsivas, sino que también promueve una toma de decisiones más consciente y reflexiva, llevando a resultados más positivos y satisfactorios.

• Evite los Ruidos a la Hora de Tomar Decisiones

Al tomar decisiones en un mundo cada vez más digitalizado, es esencial reconocer la necesidad de protegernos de influencias externas que puedan comprometer nuestro juicio. El entorno en el que estamos, junto con las opiniones de las personas a nuestro alrededor y el impacto de las redes sociales, puede crear una cacofonía de ruidos que oscurece nuestra capacidad de decidir con claridad y autenticidad.

Es importante comprender que estos ruidos tienen el poder de influir en nuestras emociones, llevándonos a un estado de sobrecarga de información. En este estado, las demandas sobre nuestro sistema cognitivo exceden nuestra capacidad de procesarlas adecuadamente. En consecuencia, adoptamos varias estrategias para ampliar nuestros recursos cognitivos, permitiéndonos manejar esta sobrecarga y tomar decisiones con mayor eficiencia, aunque a veces a costa de la precisión y la reflexión profunda.

Para que sean efectivas, las estrategias que nuestra mente tiende a seguir deben cumplir con dos requisitos importantes: ser simples y rápidas, además de ser generalmente adecuadas en la mayoría de las situaciones. Una de estas estrategias útiles es el uso de heurísticas, que son reglas simples que nos ayudan a tomar decisiones complejas de forma rápida y fácil, aunque a menudo sean imprecisas. Reconocemos que el mundo es complejo y nuestras habilidades de procesamiento de información son limitadas, por lo que automatizamos algunas actividades mentales y conductuales para lidiar con esta complejidad. Sin embargo, es importante notar que esta automatización puede no ser infalible, y al intentar optimizar nuestro tiempo de reflexión, a menudo cometemos errores, priorizando la eficiencia sobre la precisión completa.

Es crucial comprender que tú eres el único responsable del resultado de tus decisiones. Incluso en situaciones donde haya influencia externa, coerción, presión social o estrés, la libertad de elección sigue siendo tuya. No te dejes llevar por justificaciones que buscan aliviar la responsabilidad o culpar a terceros. Asumir el control de tus decisiones es fundamental, ya que cada elección representa una oportunidad para ejercer tu autonomía y definir tu propio camino.

Evitar los ruidos durante el proceso de toma de decisiones es esencial en un mundo cada vez más digitalizado, donde somos constantemente bombardeados por información e influencias externas. Los excesos de estímulos causados por los ruidos, que incluyen el ambiente que nos rodea, opiniones externas y, principalmente, las redes sociales, pueden oscurecer nuestra capacidad para decidir con claridad y autenticidad.

Es crucial comprender que estos ruidos tienen el poder de alterar nuestras emociones, desviándonos del camino de una decisión ponderada y racional. En un mundo inundado de estímulos, es común encontrarnos en un estado de sobrecarga de información, donde las demandas sobre nuestro sistema cognitivo exceden nuestra capacidad para procesarlas adecuadamente.

Un ejemplo realista de este fenómeno es la propagación de noticias falsas. Imagina que estás a punto de votar en una elección importante y buscas información sobre los candidatos. Sin embargo, al hacerlo, te encuentras con un exceso de noticias pagadas manipuladas y distorsionadas, además de innumerables publicaciones falsas de miles de perfiles en las redes sociales. Estos contenidos retratan situaciones que alteran negativamente tus emociones hacia uno de los candidatos, asociándolo con escándalos y corrupción, mientras que retratan al otro como la única opción viable, basada en supuestos actos heroicos.

Ante esta inundación de información tendenciosa y emocionalmente abrumadora, es fácil ser influenciado por estos contenidos, ya que no solo afectan tus emociones, sino también tus valores y principios. Cuando tu capacidad cognitiva es secuestrada por la emoción, es probable que sufras de disonancia cognitiva, lo que te lleva a tomar una decisión de voto basada en emociones y prejuicios, en lugar de un análisis racional de las propuestas y calificaciones de los candidatos.

Para lidiar con esto, es común que inconscientemente comiences a confirmar tu elección a través del sesgo de confirmación. Esto te aleja cada vez más de los hechos reales relevantes, reforzando tu decisión inicial y perpetuando un ciclo que puede llevar a una desconexión aún mayor con la verdad objetiva.

Sin embargo, al reservar un tiempo para reflexionar sobre las fuentes de esta información y verificar otras opiniones y análisis de fuentes confiables, puedes mitigar el impacto de estos ruidos externos. Analizar críticamente la veracidad de la información, considerar datos históricos y buscar conocer las plataformas políticas de cada candidato a partir de fuentes sólidas de información puede ayudarte a evitar ser influenciado por la desinformación y tomar una decisión de voto más informada y alineada con tus propios valores e intereses.

Por lo tanto, al evitar los ruidos y dedicar tiempo a la reflexión durante el proceso de toma de decisiones, garantizamos que nuestras elecciones sean verdaderamente auténticas y alineadas con nuestros objetivos personales, incluso en un mundo digitalizado lleno de influencias externas.

• No Tomes Decisiones Basadas Únicamente En Tus Creencias

Al tomar decisiones, es natural que seamos influenciados por nuestras creencias y valores personales. Sin embargo, es importante reconocer que basar nuestras decisiones exclusivamente en nuestras propias creencias puede limitar nuestra visión y perjudicar nuestra capacidad para considerar todas las perspectivas relevantes.

Es fundamental comprender que no existen verdades absolutas en el proceso de toma de decisiones. La vida está llena de posibilidades y matices, y rara vez una solución única se aplica a todas las situaciones. Por lo tanto, es esencial esforzarnos por ampliar nuestra visión y considerar una variedad de puntos de vista antes de tomar una decisión.

Un método eficaz para evitar la trampa de las creencias personales es practicar el enfoque sistémico. Esto implica analizar la situación de manera holística, teniendo en cuenta no solo nuestras propias opiniones, sino también las perspectivas de otras personas involucradas en el proceso. Al ponerse en el lugar de los demás y considerar sus argumentos y preocupaciones, somos capaces de obtener una comprensión más completa de la situación y tomar decisiones más informadas.

Es importante destacar que adoptar este enfoque no significa abandonar nuestras propias creencias, sino enriquecerlas a través del diálogo y la reflexión. Confrontar diferentes puntos de vista puede ser desafiante, pero es un ejercicio valioso que nos permite explorar todas las facetas de un problema y encontrar soluciones más equilibradas y efectivas.

Aunque este proceso puede requerir tiempo y esfuerzo, los resultados suelen ser sorprendentes. Al abrir nuestra mente a nuevas perspectivas y considerar una gama más amplia de opciones, aumentamos nuestras posibilidades de tomar decisiones que sean verdaderamente satisfactorias y beneficiosas para todos los involucrados.

Por lo tanto, al enfrentar una decisión importante, recuerda no limitarte a tus propias creencias. Mantente abierto al diálogo, al conflicto y a la reflexión, y practica el pensamiento sistémico para lograr resultados más sólidos y alineados con tus objetivos y valores personales.

Por ejemplo, supongamos que estás considerando un cambio de carrera. Tu creencia personal es que la estabilidad financiera es crucial para tu felicidad y bienestar. Por lo tanto, tiendes a valorar las oportunidades laborales que ofrecen altos salarios y beneficios.

Sin embargo, al practicar el pensamiento sistémico, decides considerar otras perspectivas. Hablas con amigos y familiares que trabajan en diferentes áreas y descubres que muchos de ellos encuentran satisfacción profesional en trabajos que no necesariamente pagan los salarios más altos, pero ofrecen un sentido de propósito y satisfacción personal.

Además, investigas los desafíos y beneficios de diferentes sectores y descubres que algunas áreas, como la industria tecnológica o el emprendimiento social, ofrecen oportunidades de impacto significativo y crecimiento personal, incluso si los salarios iniciales son más modestos.

Al analizar esta información de manera holística, te das cuenta de que tu búsqueda de estabilidad financiera puede estar limitando tus opciones y evitando que explores carreras que podrían brindarte un mayor sentido de realización personal.

Basándote en esta reflexión, decides ampliar tu investigación y considerar una variedad de oportunidades laborales, teniendo en cuenta no solo los aspectos financieros, sino también el potencial de crecimiento, satisfacción personal e impacto positivo que cada una ofrece.

Al practicar el pensamiento sistémico y considerar una gama más amplia de perspectivas, estás mejor preparado para tomar una decisión informada y alineada con tus valores y objetivos personales, lo que resulta en una elección que promueve tanto tu estabilidad financiera como tu bienestar emocional y realización profesional.

• Ejercita la Práctica de Dar Valor

Al tomar decisiones, es esencial adoptar un enfoque analítico y reflexivo, teniendo en cuenta diversos aspectos que pueden influir en el resultado final. En este proceso, es importante:

• Medir los resultados, las pérdidas y las ganancias, así como sus consecuencias a corto y largo plazo.
• Comparar diferentes alternativas y utilizar parámetros objetivos para evaluarlas de manera justa e imparcial.
• Analizar las opiniones a favor y en contra de la decisión, pero no dejarse influir únicamente por ellas.
• Evitar caer en la trampa de tomar decisiones basadas únicamente en las opiniones de terceros, ya que esto puede socavar la autonomía y autenticidad en la elección.
• Reflexionar sobre situaciones en las que las pérdidas son relativamente pequeñas en comparación con las posibles ganancias transformadoras, considerando que el riesgo puede valer la pena frente a las oportunidades ofrecidas.
• Persistir en la práctica de dar más valor a las decisiones, incluso si salir de la zona de confort no es natural, ya que esta habilidad es fundamental para tomar decisiones más asertivas y significativas.

Siguiendo estos principios, es posible garantizar que cada decisión sea cuidadosamente evaluada y alineada con los objetivos y valores personales, maximizando así los resultados positivos y minimizando los posibles impactos negativos.

Por ejemplo, imagina que estás considerando un cambio de carrera y seguir una pasión de toda la vida, pero tienes inseguridades debido al miedo a lo desconocido y las preocupaciones financieras. Decides aplicar la práctica de dar valor en las decisiones:

• Primero, analizas los posibles resultados de seguir tu pasión, considerando tanto los aspectos positivos, como la realización personal y la felicidad, como los aspectos negativos, como los posibles desafíos financieros y las incertidumbres profesionales.
• Luego, comparas esta opción con tu carrera actual, evaluando las ganancias y las pérdidas de cada una, así como las consecuencias a corto y largo plazo.
• También buscas opiniones de personas cercanas, pero no te dejas influir únicamente por ellas, reconociendo que la decisión final debe venir de ti y de tus propias convicciones.
• Al reflexionar sobre el potencial transformador de seguir tu pasión, incluso ante los desafíos, decides persistir y dar más valor a esta elección, reconociendo que la ganancia personal y emocional puede compensar cualquier pérdida material.

De esta manera, al practicar el arte de dar valor en las decisiones, te sientes más seguro y confiado para seguir tu corazón y buscar una carrera que aporte significado y realización personal, incluso ante las incertidumbres del camino.

7. Practica la Visualización Mental

Antes de tomar una decisión significativa, practica el ejercicio de la visualización mental. Imagínate en un escenario donde cada opción esté representada visualmente, lo que te permitirá explorar los posibles resultados de esta elección no solo en tu propia vida, sino también en la de quienes te rodean, como amigos, familiares y colegas. Convierte estas posibilidades en imágenes mentales vívidas y tangibles. Siente las emociones asociadas con cada resultado potencial, anticipando mentalmente tanto los beneficios como los desafíos que puedan surgir. Esta práctica de visualización no solo aumenta tu conciencia sobre las consecuencias de tus decisiones, sino que también fortalece tu capacidad para evaluar los impactos a largo plazo, haciendo que tus elecciones sean más informadas y conscientes.

Por ejemplo, imagina que estás considerando aceptar una oferta de trabajo en una nueva ciudad. Antes de tomar una decisión, practica la visualización mental: imagínate viviendo en esta nueva ciudad, explorando el entorno, interactuando con posibles colegas e imaginando cómo sería tu rutina diaria. A continuación, imagina las posibles consecuencias de este cambio en tu vida personal: ¿cómo afectaría a tus relaciones familiares y sociales? ¿Cómo sería para tus hijos asistir a una nueva escuela? Al hacer este ejercicio, puedes anticipar los beneficios, como nuevas oportunidades de carrera y crecimiento personal, pero también los desafíos, como adaptarte a un nuevo entorno y estar lejos de tus seres queridos. Esta práctica de visualización ayuda a aclarar los pros y los contras de la decisión, lo que te permite tomar una elección más consciente y alineada con tus valores y objetivos de vida.

A medida que concluimos esta segunda parte del artículo, es evidente que la práctica de dar valor y la pantalla mental son herramientas poderosas para guiar nuestras elecciones hacia resultados más satisfactorios y significativos. Al considerar las perspectivas presentadas y aplicar estos principios en nuestras vidas, fortalecemos nuestra capacidad para tomar decisiones informadas y alineadas con nuestros valores fundamentales. Profundizaremos aún más en estos conceptos en la tercera parte, explorando nuevas aproximaciones y estrategias para mejorar nuestro proceso de toma de decisiones. ¡Estén atentos para la continuación de este fascinante tema!

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OBRIGADO POR LEER Y VER A MARCELLO DE SOUZA EN OTRA PUBLICACIÓN EXCLUSIVA SOBRE EL COMPORTAMIENTO HUMANO

Hola, soy Marcello de Souza. Comencé mi carrera en 1997 como líder y gerente en una gran empresa del mercado de TI y Telecomunicaciones. Desde entonces, he participado en importantes proyectos de estructuración, implementación y optimización de redes de telecomunicaciones en Brasil. Inquieto y apasionado por la psicología del comportamiento y social. En 2008, decidí sumergirme en el universo de la mente humana.

Desde entonces, me he convertido en un profesional apasionado por descifrar los secretos del comportamiento humano y catalizar cambios positivos en individuos y organizaciones. Doctor en Psicología Social, con más de 25 años de experiencia en Desarrollo Cognitivo Conductual y Organizacional Humano. Con una carrera diversa, destaco mi papel como:

Master Sênior Coach & Trainer: Guiando a mis clientes en la búsqueda de metas y desarrollo personal y profesional, logrando resultados extraordinarios.

Chief Happiness Officer (CHO): Fomentando una cultura organizacional de felicidad y bienestar, impulsando la productividad y el compromiso de los empleados.

Especialista en Desarrollo del Lenguaje y Comportamiento: Mejorando las habilidades de comunicación y autoconciencia, capacitando a las personas para enfrentar desafíos con resiliencia.

Terapeuta Cognitivo Conductual: Utilizando la terapia cognitivo-conductual de vanguardia para ayudar a superar obstáculos y lograr una mente equilibrada.

Constelación Psíquica Sistémica Familiar & Organizacional: Basada en las leyes sistémicas y psíquicas del comportamiento que rigen nuestros afectos, esta práctica ofrece una visión profunda de las influencias ancestrales que moldean nuestro viaje.

Hipnoterapeuta: Basada en la interacción entre mente y metáforas, la Hipnoterapia ayuda a superar obstáculos, patrones no deseados y promueve el autodescubrimiento.

Conferencista, Profesor, Escritor e Investigador: Compartiendo conocimientos valiosos e ideas en eventos, entrenamientos y publicaciones para inspirar cambios positivos.

Consultor y Mentor: Aprovechando mi experiencia en liderazgo y gestión de proyectos para identificar oportunidades de crecimiento y proponer estrategias personalizadas.

Mi sólida formación académica incluye cuatro postgrados y un doctorado en Psicología Social, junto con certificaciones internacionales en Gestión, Liderazgo y Desarrollo Cognitivo Conductual. Mis contribuciones en el campo son ampliamente reconocidas en cientos de clases, sesiones de entrenamiento, conferencias y artículos publicados.

Coautor del libro “El Secreto del Coaching” y autor de “El Mapa No es el Territorio, el Territorio Eres Tú” y “La Sociedad de la Dieta” (el primero de una trilogía sobre el comportamiento humano en la contemporaneidad – 05/2024).

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